sábado, 12 de enero de 2019

La bestial impunidad del “pacto de corruptos”



La brutal corrupción de los pseudo empresarios en Latinoamérica ha naturalizado la violencia contra la población -desde los Estados nacionales- para defender sus mezquinos intereses. Monedas que a Judas le daría vergüenza: lo afirmo de esa manera para que lo comprendan. Estos malandrines del empresariado local cobran centavos del gran capital, sin importarles que se muera de hambre la población a la cual -supuestamente- representan.

Casos icónicos de la corrupción e impunidad, en este período, que pasarán a la historia por su maldad y estupidez, sin lugar a dudas: Macri en Argentina; JOH en Honduras; Mario Abdo Benítez en Paraguay; el lamentable caso del fascista Jair Bolsonaro de Brasil y el patético caso de Guatemala con el comediante Jimmy Morales. 

El caso de Guatemala sobrepasa con creces una aberración constitucional. Porque las mafias del pseudo empresariado constituidas por: los narcotraficantes, los banqueros -lavadores de dineros de la corrupción-, pastores protestantes de la estupidez, políticos-diputados analfabetos de pacotilla y  los cuasi industriales -quienes explotan mano de obra barata- se agruparon en el movimiento más pueril y nefasto de la historia reciente del país: PACTO DE CORRUPTOS.


Dada la dinámica de enriquecimiento ilícito de esta mafia, durante décadas, fue que una parte de la población se pronunció y luego de un cabildeo muy intenso se  creó una entidad internacional -desde las esferas de Naciones Unidas- denominada CICIG –Comisión internacional contra la impunidad en Guatemala,  (año 2006) para mitigar un poco el daño que estos criminales le hacen al país. 

El trabajo de la CICIG durante algunos años fue poco beligerante. Sin embargo, para el año 2014-18 se creó una dupla: se posicionó en la fiscalía general Thelma Aldana, una abogada honesta y llegó el comisionado Iván Velázquez, un juez de Colombia. El trabajo científico de investigación criminal más el dominio del cuerpo legal de orden penal evidenció con nombres concretos, montos puntuales del dinero mal habido y redes de tráfico de influencias, entre otros, como operaban estos delincuentes del Pacto de Corruptos.

Con estas investigaciones y procesos penales terminaron presos varios ex presidentes, funcionarios mayores, algunos militares e, incluso, un par de banqueros. Todo esa compensación social a favor de la población, creó un pánico en los miembros del PACTO DE CORRUPTOS que tienen al país, al día de hoy miércoles 10 de enero de 2019, sumido en un laberinto de desinformación con una crisis constitucional sin precedentes desde la época de la mal llamada apertura democrática, 1985.

Desde la posición del corrupto, debo citar -porque es uno de los principales artífices de este modelo social de la corrupción- el nombre de Álvaro ARZÚ. Entre las maldades de este ex presidente, aparte de privatizar y vender parte del país a su favor, fue el ejecutor intelectual, quien mandó asesinar a Monseñor Gerardi.

Monseñor Gerardi evidenció a través de un informe -bien documentado- las atrocidades que cometió el Ejército Nacional contra de la población civil, desde 1954 hasta 1998. Violencia de una guerra civil, con una cauda de casi 200.000 personas asesinadas y más de 600 masacres documentadas. ¡Terrible! Quien diga que eso era necesario para salvar el país del comunismo, no es humano. 

Espero querido lector/a que no me vengan con la cantaleta de que los guerrilleros también cometieron crímenes. NO TIENE COMPARACIÓN Y NINGUNA DE LAS POSICIONES TIENE JUSTIFICACIÓN ANTE VIDA. Los grupos guerrilleros estuvieron constituidos por personas medio harapientas, tal vez con ideales nobles,  pero nunca tuvieron los recursos que manejó el Ejército Nacional de Guatemala para criminalizar a todo aquel ciudadano que se opusiera al modelo del despojo, con la estribillo del combate al “comunismo”.  ¿Me explico?  

Les comparto algunas cifras militares para la comprensión de este análisis.  Los diversos grupos guerrilleros, en su mejor momento de insurrección, tuvieron un cuerpo de combate de 4,000 a 5,000 hombres armados. En comparación al Ejercito Nacional que tuvo cinco batallones con 20,000 efectivos cada uno, debidamente adiestrados y equipados, en el momento más álgido de la guerra, 1978-1982. 

Sin embargo, a mediados de la década del ochenta para principios de los años noventa, la viejas y rancias dictaduras militares en el continente dejaron de ser eficientes para los intereses internacionales. Así que todos los países nos pusimos al grito de “viva la democracia”. De esa cuenta, para 1985, después de casi 30 años de gobiernos militares en Guatemala, se constituyó el primer presidente civil. Este hombrecito, de quien no voy a mencionar su nombre, empezó -desde las esferas del Estado- la articulación del modelo de la sociedad actual.  Es decir, sostener la corrupción desde las instituciones del estado a favor del gran capital. 

En consecuencia, al día de hoy, tenemos democracias malditas que se engendraron de las dictaduras militares en América latina. Es decir, los pseudo empresarios locales en contubernio con el gran capital sostuvieron la lógica de despojo en contra de las poblaciones. 

Los señores de la corrupción cerraron filas y tienen cooptado al Estado. Así en el año 2016 colocaron de títere a un cómico como presidente. Esto de cómico no es metáfora, el actor Morales -antes que los prepotentes de la derecha lo colocaran de presidente- era un cómico de quinta calidad en la televisión local. Sus programas eran racistas, sexistas, xenofóbicos y demás maldades que tiene el género humano. 

Desde el año 2014 hasta el 10 de enero de 2019, la investigaciones de la Comisión y el Ministerio Público había demostrado la corrupción y poniendo en prisión a muchos personajes del “pacto de corruptos”. Como consecuencia de estas investigaciones de manera arbitraria el presidente Morales junto a los miembros del Pacto de Corruptos expulsaron de forma violenta a todos los investigadores de la CICIG y anularon de forma unilateral el convenio internacional frente a Naciones Unidas. Hoy tenemos un país con la peor crisis constitucional en décadas y se rompió la esperanza.

Sin embargo, los primeros resultados de las investigaciones de CICIG crearon una conciencia ciudadana a favor de la construcción de una nueva sociedad. Por eso, muchas instancias: grupos civiles, personas individuales se pronunciaron a favor del estado de derecho e, incluso, interpusieron amparos. Pero al presidente actual y al “pacto de corruptos” les importa una nada la constitución y el país. Sobre todo porque el hijo del presidente, el hermano y el mismo están acusados de corrupción. 

Lo mas terrible es que el “pacto de corruptos”  mantiene a la sociedad en crisis permanente. Tal vez lo más preocupante, para la dignidad de las personas, es que estos señores crean pánico con la desinformación social. Con esta desinformación  se crea una conciencia acomodaticia en la gran mayoría de la población.   Solo un grupo de personas es capaz de percibir la atroz actitud de estos pseudo empresarios con los soldaditos de papel a favor del gran capital y en contra del bienestar de toda la población. ¿Tendremos posibilidades?

1 comentario:

  1. Un análisis que me deja frío Los de aquí nos cegamos ante las atrocidades. Una gran lección histórica para aprender y transformar

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