jueves, 13 de junio de 2019

Viaje al país de los más..

o la democracia guatemalteca: un modelo disfuncional 


Cada cuatro años, el elector -en el país de los “criollos”- deja caer en la urna su voto y espera que el milagro del sufragio arregle en parte el desastre de la patria que tenemos. ¡Pero no sucede! Cada cuatro años volvemos con un poco más de indolencia a vivir “la fiesta” de la elecciones. 

En ese sentido, las elecciones y sus campañas políticas con sus candidatos como arlequines prometen de todo. Debemos recordar, querido lector o lectora, por ejemplo la demagogia rampante de un Manuel Baldizón, quien prometió llevar el equipo de fútbol nacional al mundial o de Sandra Torres, quien aseguró que para liberar el tránsito de la ciudad iba a construir un segundo piso a nuestro anillo periférico. Promesas falaces de políticos mentirosos en campaña para atraer incautos, como presas en la tela de araña. Sin embargo, ahora tengo la percepción que no es tan fácil que nos vendan espejitos y cuentas de colores a cambio del voto. 

Durante estos casi cuarenta años, desde la apertura democrática, en la década 1980, las campañas políticas son en realidad efectos propagandísticos del “marketing” al mejor estilo de la publicidad engañosa. Como se dice en el refranero popular, “nos han vendido gato por liebre”. Sin embargo, desde nuestra circunstancia histórica antes de volver a la violencia y el terrorismo de Estado, hemos decidido -como sociedad- validar el modelo democrático, desde la instancia del voto directo. Por eso cada cuatro años concurrimos a votar. 

Es fundamental comprender que la premisa del “juego democrático” es elegir, cada cuatro años, las formas que puede tener el gobierno en un país republicano como el nuestro. Eso parece una lección para principiantes; pero al reflexionar brevemente en la historia del país, comprendemos que hemos tenido una democracias disfuncional. Es decir, nuestra democracia se ha concretado en una serie de personajes que responden a los intereses criollos del neoliberalismo,  quienes desde el latrocinio -robar al Estado- se han enriquecido hasta el hartazgo. No me da el espacio para hacer una contabilidad de las canalladas de cada ex presidente; además, creo que el lector o lectora lo debe recordar.  

Thelma Cabrera
Entonces, nos surge una pregunta, ¿tendremos alguna opción de cambiar el rumbo del país en estas elecciones? Desde el período colonial, nuestra patria está constituida a través de la violencia del despojo de la élite criolla. Uso la categoría de criollo como ese segmento de la población racista y clasista que responde a los intereses, en la actualidad, del capitalismo salvaje neoliberal y que antaño jugaban con su linaje español como signo de poder. Tenemos un país multiétnico y plurilingüe, con 15 millones de habitantes, donde más del 60% habla -como idioma materno- uno de esos lenguajes del tronco mayense, garífuna o xinka. Es decir, al final, tenemos una patria mestiza, donde no existe la pureza de sangre como nos ha hecho creer la élite del poder económico y menos para subyugarnos.

De esa percepción, ha sido tanto lo que nos han engañado los políticos de cuño criollo, que llegó el momento histórico para que en estas elecciones se perfile nuevas voces desde la otredad marginal: a) Thelma Cabreraes una mujer de la etnia mam, quien desde la subalternidad  propone desde la misma instancia democrática refundar parte del Estado. Su base social es un movimiento indígena y campesino, constituido en el partido Movimiento para la Liberación de los Pueblos; b) Manuel Villacorta es un hombre ilustrado que se postula con el partido Winaq y quien, desde la visión de la tolerancia, busca la convergencia nacional que desafía al poder económico tradicional; c) Pablo Ceto es un hombre de la etnia ixil, quien se articula a las elecciones desde la posición de movimiento insurgente, URNG, ahora convertido en partido político, que busca el equilibrio social. 
 
Manuel Villacorta y Liliana Hernández
Entonces, querido lector o lectora, del cartón de lotería que tenemos para los presidenciables, con veinte postulaciones, he perfilado tres que tienen una posición, hasta este momento, diferente al político criollo pro corrupción que ha cooptado al Estado desde hace más de cuatro décadas.  El hecho histórico se presenta por sí mismo. Tenemos, al día de hoy, un país que se desangra por la corrupción de politicastros criollos. 

Así que este domingo 16 junio de 2019, tenemos otras alternativas para la democracia y nos vemos en la urnas,  donde usted como yo, formamos la patria en el país de los más.

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