sábado, 20 de febrero de 2016

Reproducción versus los puritanos escandalizados

Ideas sobre la Sensual Expo en Guatemala


La reproducción de cualquier especie es un acto trascendental, porque es la continuidad de la especie misma. Este axioma simple es una condición inherente a cualquier ser vivo; desde una bacteria, pasando por las plantas hasta el complejo ser humano. En ese sentido, por ejemplo, algunas aves en sus rituales de apareamiento el macho expone el colorido de sus plumas para atraer a la hembra; o en los leones las hembras esperan al macho alfa para ser preñadas. 
La anterior explicación parece inútil para cierto nivel de comprensión intelectual. Sin embargo, nos vemos obligados a plantearlo desde esa perspectiva porque los acontecimientos recientes en el espacio urbano, sobre una exposición -Sensual expo- con el tema de la sexualidad han escandalizado a una parte de la sociedad.
Pero me preocupa, no por los que podríamos denominar como los puritanos escandalizados, sino cuando un muchacho universitario me preguntó, muy ingenuo, cómo se reproducen los venados. Es tal la desorientación en el tema sexual, querido lector, que uno debe aportar las palabras necesarias para orientar, desde una posición de la información, para el crecimiento del pensamiento social. Además, la Sensual Expo es otra posibilidad más para obtener información.
El sexo es una acción sana para la reproducción de la vida y el amor, no es pecado ni mucho menos represión teológica de la culpa. Recordemos que los seres humanos, -como especie-, además de los instintos básicos de reproducción tenemos un entramado complejo llamado cultura. La cultura es una relación simbólica y material que nos permite interactuar con nuestro entorno. Las diversas expresiones de la cultura, por ejemplo unos zapatos, la idea de dios o un condón, nos permiten relacionarnos, incluso, de forma errónea con otras personas. Porque nuestra cultura, nos aporta los elementos esenciales, a veces, cargados de prejuicios para comprender nuestro mundo.
En ese sentido, estos hombres y mujeres escandalizadas, los puritanos, que forman parte de nuestra sociedad, incluso, me parece que son mayoría, tienen una forma de pensar que le termina haciendo daño a la misma sociedad. Sobre todo, cuando nos enfrentamos a acciones tan viles como el embarazo en menores por el abuso de un adulto que, muchas veces, es un familiar. Estos ciudadanos puritanos, en su pequeñez espiritual, justifican la violencia sexual, muchas veces, como castigo de su divinidad. ¿Será este dios un ser malvado, para que estos puritanos crueles lo justifiquen de esa manera?
Entonces, la hipocresía de nuestras sociedades se convierte en el eje que mueve muchas de las  acciones de estos individuos. Conozco algunos, ellos van bien bañados a la iglesia o en el caso más extremo pueden ser pastores o curas, pero en sus vidas cotidianas son capaces de violar a menores. Ohh, querido lector, allí están los casos documentados de curas y pastores, son escándalos en la prensa mundial.
Entonces, lo alarmante, además de la violencia que estos perpetradores han cometido, es el sentido que ellos reproducen este pensamiento radical y puritano. Lo que conocemos como “el patriarcado”, un sistema mental que, por principio, violenta a todos, particularmente a las mujeres y desorienta en temas básicos como la sexualidad. Estás ideas distorsionadas de la realidad, son el asidero intelectual de los grupos de poder en nuestra sociedad, por convenir a sus intereses, por eso no podemos dar sentado que las palabras escritas en un libro son la verdad perpetua y nuestra condena eterna acá en la tierra.
Nos queda, entonces, abrir nuestras vidas a las preguntas de una forma clara y directa sobre la sexualidad, como sobre otros temas, con ese espíritu de investigación y duda.


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