sábado, 2 de abril de 2016

Lecciones básicas de Estado para el ciudadano Jimmy Morales

Los escritorios

Comprendemos como el Estado a la organización de una población en un territorio determinado. Para ejemplificar, Guatemala tiene un territorio de 108,889 Km2 y una población de aproximadamente 14 millones de habitantes; el país está organizado políticamente como una república con una democracia participativa de voto directo. Es decir, nuestro Estado se divide en tres poderes, a saber: el ejecutivo, el legislativo y el judicial. Lo anterior, todo estudiante de bachillerato lo debe tener claro, como mínimo.

De esa organización política, el presidente -como tal- representa el poder ejecutivo; es decir, es la persona -en nuestro modelo-  encargado de ejecutar las acciones de gobierno para el bien común a través de una serie de instituciones, tales como los ministerios. En consecuencia, tenemos Ministerio de Educación encargado de velar por la “educación”. También, el Ministerio de la Defensa que “es una institución destinada a mantener la independencia, la soberanía y el honor de Guatemala, la integridad del territorio, la paz y la seguridad interior y exterior”, según se lee en el artículo 244 de nuestra Constitución.

Entonces, querido lector, nuestro Estado está regido a través de la Constitución Política, como el conjunto de leyes que regula con claridad cada una de las instituciones que tenemos para que nuestro país no colapse. Sin embargo, la realidad es diferente, Usted la vive a diario, sobre todo en el acontecer, se oye cada noticia que uno piensa que el país es un desorden total y nada tiene sentido.
De esa cuenta, hoy tengo la bondad de explicar de una manera sencilla -en esta breve columna de opinión- al señor Jimmy Morales, qué es el Estado y cómo debe funcionar. Porque él, con sus actuaciones, ha demostrado que no tiene una vaga idea de cómo articular una política clara para el bien común.
 Fotos: William Gularte
En ese sentido, hace unos días se desató el escándalo -en las redes sociales y los periódicos locales- donde el señor Jimmy Morales, como un gesto noble, ordenó a las fuerzas armadas construir escritorios, porque la cartera de educación es un desastre. Esta loable acción la anunció con bombos y platillos como si con eso se fuese a enmendar la pésima educación. El Señor Morales, según referencia una nota periodística, tiene el propósito de construir veinte tres mil escritorios y la población escolar en nivel primario es de un millón de estudiantes. ¿Será un chiste? o ¿los escritorios no me alcanzan?

Entonces, usted se debe preguntar, ¿qué hace el Ejército Nacional construyendo escritorios? ¿Es, acaso, una acción defensiva para el resguardo de la seguridad territorial?, o ¿la fabricación de escritorios nos protegerá de las acciones del crimen organizado que está enquistado en el gobierno con participación de la iniciativa privada?

No querido lector, no, la construcción de escritorios por parte del Ejercito Nacional que el señor Jimmy Morales ordenó solo demuestra su total desorientación para gobernar. Porque de ser así, entonces, también que le ordene a la cúpula militar fusilar al ministro de educación; porque un ministro de educación que no cumple con sus obligaciones, para lo cual se le paga, se podría considerar como un acto de traición a la patria. ¿No le parece?

Resumiendo, el Señor Jimmy Morales la única idea que tiene de gobernar es enriquecerse personalmente, léalo bien querido lector, la historia me dará la razón.

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