Los escritorios
Comprendemos como el Estado a la organización
de una población en un territorio determinado. Para ejemplificar, Guatemala
tiene un territorio de 108,889 Km2 y una población de
aproximadamente 14 millones de habitantes; el país está organizado
políticamente como una república con una democracia participativa de voto
directo. Es decir, nuestro Estado se divide en tres poderes, a saber: el
ejecutivo, el legislativo y el judicial. Lo anterior, todo estudiante de
bachillerato lo debe tener claro, como mínimo.
De esa organización política, el presidente -como
tal- representa el poder ejecutivo; es decir, es la persona -en nuestro modelo-
encargado de ejecutar las acciones de
gobierno para el bien común a través de una serie de instituciones, tales como
los ministerios. En consecuencia, tenemos Ministerio de Educación encargado de
velar por la “educación”. También, el Ministerio de la Defensa que “es
una institución destinada a mantener la independencia, la soberanía y el honor
de Guatemala, la integridad del territorio, la paz y la seguridad interior y
exterior”, según se lee en el
artículo 244 de nuestra
Constitución.
Entonces,
querido lector, nuestro Estado está regido a través de la Constitución
Política, como el conjunto de leyes que regula con claridad cada una de las
instituciones que tenemos para que nuestro país no colapse. Sin embargo, la
realidad es diferente, Usted la vive a diario, sobre todo en el acontecer, se
oye cada noticia que uno piensa que el país es un desorden total y nada tiene
sentido.
De esa
cuenta, hoy tengo la bondad de explicar de una manera sencilla -en esta breve
columna de opinión- al señor Jimmy
Morales, qué es el Estado y cómo debe funcionar. Porque él, con sus
actuaciones, ha demostrado que no tiene una vaga idea de cómo articular una
política clara para el bien común.
Fotos: William Gularte |
En ese
sentido, hace unos días se desató el escándalo -en las redes sociales y los
periódicos locales- donde el señor Jimmy
Morales, como un gesto noble, ordenó a las fuerzas armadas construir
escritorios, porque la cartera de educación es un desastre. Esta loable acción
la anunció con bombos y platillos como si con eso se fuese a enmendar la pésima
educación. El Señor Morales, según referencia una nota periodística, tiene el
propósito de construir veinte tres mil escritorios y la población escolar en
nivel primario es de un millón de estudiantes. ¿Será un chiste? o ¿los
escritorios no me alcanzan?
Entonces,
usted se debe preguntar, ¿qué hace el Ejército Nacional construyendo
escritorios? ¿Es, acaso, una acción defensiva para el resguardo de la seguridad
territorial?, o ¿la fabricación de escritorios nos protegerá de las acciones
del crimen organizado que está enquistado en el gobierno con participación de
la iniciativa privada?
No querido
lector, no, la construcción de escritorios por parte del Ejercito Nacional que
el señor Jimmy Morales ordenó solo demuestra su total desorientación para
gobernar. Porque de ser así, entonces, también que le ordene a la cúpula
militar fusilar al ministro de educación; porque un ministro de educación que
no cumple con sus obligaciones, para lo cual se le paga, se podría considerar
como un acto de traición a la patria. ¿No le parece?
Resumiendo,
el Señor Jimmy Morales la única idea
que tiene de gobernar es enriquecerse personalmente, léalo bien querido lector,
la historia me dará la razón.
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