Hoy los sectores conservadores de
Guatemala celebran la continuidad de su régimen
de oprobio. La corrupción -como lógica del enriquecimiento ilícito- es
la fórmula apropiada para que la mediocridad sea el eje de relación que tienen
con el país. Además, están los políticos
de ocasión: facinerosos como bestias apocalípticas.
Hoy los señores de la corrupción
gritan a los cuatro vientos que el país tiene soberanía, porque un
"colombiano" los estaba incomodando debido a las investigaciones que
realizaba en su contra por las negociaciones siempre turbias de su dinero mal
habido.
Hoy los patrones locales, -los
neo-tribales- de los políticos de ocasión se restriegan las manos de alegría al
imaginar que sus negocios articulados, -véase exportación de materia prima-
conservan los precarios benéficos del mercado mundial. Es decir, les pagan
centavos por la materia prima. Y ellos se sienten contentos. ¡vaya que
empresariado más torpe!
Ellos -los que aman la
globalización- se rasgan las vestiduras por el feudo donde explotan hasta a la
miseria a sus compatriotas, pero si estos marginados piden un poco de dignidad
para sus vidas, los empresarios dicen que hay intromisión extranjera y que le comunismo está en la esquina. ¡Qué
retorcida tienen la lógica los neo-tribales de la globalización?
En síntesis estos señores -los
políticos y empresarios CORRUPTOS (ambos corruptos para que quede bien claro)-
lamen las migajas de la globalización. Ellos son pro mercado mundial, pero si
algo afecta los intereses mezquinos de sus negociaciones sucias gritan su nacionalidad rampante, a veces en
inglés. ¡Qué ironías tiene la historia!
Entonces, estimado lector/a, me
parece que la pregunta apropiada es ¿cuánto tiempo les durará esta precaria
condición de lo nacional frente al avance imparable de la globalización?
Pero mientras, se reflexiona
sobre la pregunta, hoy puede celebrar el señor Morales y su corte de
advenedizos porque expulsaron al hombre, el comisionado Velázquez, quien -desde la lógica del derecho- los tenía
arrinconados legalmente por las trampas con que han hecho su fortuna.
Por allí salta más de un imberbe
en la redes, pobres en solemnidad, quien desde su miseria de espíritu defiende
al señor Morales. Entonces, recuerdo el tweet
del argentino, "el mejor producto del capitalismo es un pobre de
derecha". Uno en particular, entra
conmigo en una polémica en la red y me dice que la Fundación Soros es la que se
enriquece con los problemas sociales de Guatemala. ¿Cómo habría que preguntarse
se enriquece una fundación con un problema social?
En fin, la insignificante y
miserable vida de este señor morales como la de su apologista en las redes
tienen una existencia tan precaria como inútil.
Incluso este humanito de las redes deduzco que trabaja para los
"net centre", porque en cuestión de segundos me refirió los estados
financieros -a nivel mundial- de la Fundación Soros. El mozalbete debe ser
ignorante en grado de gran maestro, porque en su lógica -el estado financiero- a nivel mundial, de la Fundación Soros significa la pobreza del país. Me da
entre lastima y asco las personas como este sujeto, quienes niegan desde su
acomodaticia ética la miseria de siglos de la mayoría de habitantes del país. Entonces,
me pregunto, ¿le pagaran en el "net
centre" algo más que el salario mínimo o trabajará al servicio de los poderosos por su propia
estupidez?
Tal vez, en otro momento, escriba
un ensayo que perfile una explicación de la ideología de los imberbes, pero hoy
me basta con exponer su malvada ignorancia.
Hoy puede celebrar señor Morales,
que en lo inmediato no lo van a encarcelar por la corrupción que propició su
gobierno. Célebre porque la historia lo condena, nos debe 43 niñas que usted
asesinó.
Para qué voy a exponer, como
argumento, el hambre del país, si su
hijo factura alimentos que nunca entregó. Usted lo enseñó a ser corrupto,
aprendió de su ejemplo. Célebre como celebraron los militares que un día
asesinaron al pueblo, genocidas que les dicen y que con los años el sistema
global los escupió por malditos y los encarceló por todo el continente. Célebre hoy,
porque pronto estará preso y nada lo absolverá, menos el hambre de un
país.
Hoy toda su preocupación es que
cuando usted y su corte de medidores se retiren de las mieles del poder no los
persigan penalmente por el enriquecimiento ilícito. Modifique con los
parlamentarios el código penal, incluso la constitución si quiere, en su
limitada percepción aldeana corrompa todo el sistema local, si es necesario
para sentirse seguro, porque de nada le servirá, se lo aseguro, pronto sin que
se dé cuenta usted o los militares fronterizos que lo aconsejan, el sistema
global cuando vea afectado sus intereses los perseguiría.
Para que le digo que lea teoría del
estado, "Un mundo restaurado" de Kissinger o "La
globalización" de Baumam, por ejemplo, eso es incomprensible para usted o
los ineptos de su gobierno. Por todo eso celebre señor Morales.
Para concluir esta breve
reflexión crítica, vuelvo a plantear la pregunta, ¿cuánto tiempo le quedará a
Morales y su corte antes que la globalización los escupa por corruptos? Deduzca
usted la respuesta querido lector/a, creo que la evidencia cae por su peso.
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